Botulismo

El botulismo es una enfermedad causada por una bacteria anaerobia llamada Clostridium botulinum. Se encuentra en cualquier lugar del mundo, en forma de espora en la tierra, el suelo o el agua no tratada y produce una toxina muy potente conocida como toxina botulínica que es una de las sustancias más tóxicas que se conocen y potencialmente mortal, últimamente usada de forma controlada en el mundo cosmético. 



La principal vía de contagio del botulismo es a través de la ingesta de esporas que contaminan alimentos en conserva que han sido mal envasados. Cualquier alimento puede transmitir el botulismo, pero hay que tener especial cuidado con alimentos envasados en conservas, ahumados y salazones, ya que se conservan durante bastante tiempo antes de comerlos, y en ese tiempo la bacteria puede sintetizar la toxina botulínica. La forma más frecuente de intoxicación en los bebés es la ingestión de miel.


Una vez abiertos, los envases deben conservarse en un recipiente cerrado y consumirse lo antes posible. En la etiqueta de estos productos debe figurar la fecha de caducidad o de consumo preferente. ¡Hay que desechar! las latas con signos de alteración de olor, color, deformaciones, abombamiento, oxidación, y por supuesto, si desprenden gas al abrirlas.

Cuando se ingiere la toxina, se afecta directamente al sistema nervioso, impidiendo la síntesis de acetilcolina, un neurotransmisor esencial para la contracción de los músculos esqueléticos y también para funciones propias del sistema nervioso parasimpático, que se encarga de funciones complejas de otros órganos.

SÍNTOMAS:

Generalmente aparecen entre 8 y 36 horas tras la ingesta de un alimento contaminado. No existe fiebre.

En adultos:

•   Ptosis palpebral
•   Midriasis pupilar
•   Dolor abdominal
•   Dificultad respiratoria
•   Dificultad al tragar o hablar
•   Visión doble
•   Sequedad bucal
•   Náuseas y vómitos
•   Debilidad y parálisis muscular
•   Estreñimiento

En bebés:

•   Estreñimiento
•   Debilidad, pérdida del tono muscular
•   Llanto débil
•   Mala alimentación con succión débil o nula
•   Midriasis
•   Dificultad respiratoria

Se conserva la lucidez mental. 



DIAGNÓSTICO:

Casi siempre se llega al diagnóstico con una correcta exploración física y una adecuada historia clínica. El antecedente de haber comido alguna conserva sospechosa puede ayudar bastante. También es factible la detección de toxina botulínica en sangre, vómitos o heces del enfermo aunque esto puede tardar algunos días retrasando el diagnóstico.

TRATAMIENTO:

La precocidad en el tratamiento del botulismo es de vital importancia. 

El mejor tratamiento es la prevención: desactivación de las esporas bacterianas en los productos termoesterilizados (hornos de esterilización). La pasteurización comercial (productos pasteurizados envasados al vacío, ahumados en caliente) no siempre es suficiente para matar todas las esporas y, por consiguiente, la inocuidad de esos productos se deberá basar en la prevención del crecimiento bacteriano y la producción de toxinas. Las temperaturas de refrigeración combinadas con el contenido de sal y/o las condiciones de acidez impedirán el crecimiento de la bacteria y la formación de toxinas. 

Si se conoce que una persona pueda haber ingerido alimentos contaminados (casos familiares o en comunidades) se debe intentar impedir rápidamente la absorción de la toxina induciendo el vómito y también administrarle laxantes para intentar evitar que la toxina se absorba. 

La toxina que ya haya pasado a la sangre debe inactivarse mediante la inyección de inmunoglobulina antitoxina botulínica. Son unos anticuerpos que se unen a la toxina y la inactivan (único tratamiento específico). 

Existe una vacuna contra el botulismo, pero se utiliza en muy pocas ocasiones, dado que su eficacia no se ha evaluado totalmente y se han demostrado efectos secundarios negativos.
        
Control de los síntomas: para impedir la debilidad muscular se pueden utilizar fármacos que faciliten la acción de la acetilcolina, como los que se utilizan en la "miastenia gravis". Otros síntomas como la sequedad de boca o de ojos, los vómitos o el dolor abdominal, se pueden tratar sintomáticamente con hidratación, antieméticos y analgésicos.

Ingreso en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos): cualquier persona intoxicada por botulismo está en peligro de muerte y a veces debido a la debilidad muscular es necesario de soporte respiratorio (intubación). 

Rehabilitación: una vez superada la enfermedad es normal que la debilidad muscular persista un tiempo, e incluso haya dejado secuelas en el movimiento y en el control de la mirada. Para recuperar las condiciones físicas previas se debe realizar un plan de rehabilitación intensiva que incluya ejercicios musculares.

"Botox®"
La bacteria Clostridium botulinum es la misma que se utiliza en la fabricación del botox, un producto farmacéutico generalmente inyectable, para uso clínico y cosmético. Los tratamientos con botox utilizan el tipo A de neurotoxina botulínica muy diluida y purificada. El tratamiento se administra en entornos médicos adecuados a las necesidades del paciente, y habitualmente es bien tolerado, aunque en ocasiones se han observado efectos secundarios.








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